viernes, 17 de agosto de 2012

Volver (Al redil...)


La vuelta al redil no está hecha para mí.

Tras toda esta larga ausencia,
divagar, deambular, buscar y pensar;
no sé si realmente he conseguido hallar
en el recuerdo del ayer, alguna respuesta.

Sin cuerpo presente,
con el cuerpo caliente,
siento que todo lo vivido
me ha re-vuelto y me ha movido.

Quería desconectar,
alejarme del pozo sin fondo,
vivir la vida sólo un poco,
ayudando a los demás.

Recorrí miles de kilómetros
por tierra, aire y mar.
Tuve mis momentos de paz,
sentí los labios de la libertad
y eché de mi cabeza el tormento.

En el desierto...
conversando, compartiendo, descubriendo...
vi la más brillante estrella fugaz.
¿Y qué sabía yo lo que el universo me estaba diciendo?
¿Era el destino o pura casualidad?

Lo que hagas... ¡Hazlo con el corazón!
Y ponle sentimiento.
Porque la vida no de-pende sólo de la razón
y los conocimientos.

La casualidad me encontró
sin querer.
Donde menos busqué,
hallé sorpresa y belleza.
Pedazos de juventud,
niñez... dulce inocencia.

La puerta que permite la entrada a la medina de mis entrañas,
no siempre es la misma,
cambia de forma, tamaño y sitio.
Si no eres sincera conmigo,
te devuelve la misma moneda...
primero te atrapa, luego te defrauda y te engaña.

Tras un cristal veo lo que me espera,
lo que el mañana quizás depara,
por suerte, planeo y espero que...
tan sólo sea una corta temporada.

Mientras tanto toca...
vivir, viajar, compartir, aprender, 
en definitiva... ¡ser feliz!
La vida está para vivirla...
¿Y quién soy yo para contradecirla?

Tranquilidad. 
No os preocupéis por mí.
Seguro que estaré bien
a pesar de volver al redil.


Trazos de un viaje que dibujan una experiencia.