miércoles, 13 de junio de 2012

VAMPIR@S Y PARÁSITOS

¿Eres tú o soy yo?... Esta tendría que ser la primera pregunta que nos hiciéramos todos; porque en el hecho de no-suposición y de autocuestión está la clave para poder hallar la respuesta a tan aparentemente fácil pregunta. Pero... ¿cómo puedo saber si soy nocivo para con los que me rodean? No creo que sea fácil pero SI creo que es sencillo evitar serlo.

Cierto tiempo atrás me marqué una máxima para poder deshacerme de una lacra que arrastraba, que descubrí que no me dejaba disfrutar plenamente de las experiencias y que, más importante aún para mí, me frenaba en mis relaciones con las demás personas. "Lo que no das te lo quitas. Lo que das a los demás, te lo das a tí mismo". Sé que, con los tiempos que corren, más de uno pensará que "para compartir estoy yo que no tengo ni para mí", pero no estoy hablando de cosas materiales o tangibles (que también, porque la generosidad no es dar limosnas y limpiar así nuestra conciencia pues existen MUCHAS formas de AYUDAR DE VERDAD -implicándose uno y manchándose las manos si hace falta-) sino de algo más humano y trascendental. La sociedad consumista-capitalista en la que vivimos y de la que nos estamos despojando (pienso) poco a poco, nos ha inculcado que "cuanto más tengo, más rico soy", que "lo que tengo es lo que soy" y que "una IMAGEN vale más que mil palabras (véase libros, en definitiva... ¡cultura!)" y no es más que todo lo contrario. Pienso en cómo se están forrando los terapeutas, psico-analístas, psicó-logos y demás psi-colgados que analizan y buscan una cura para enfermedades y trastornos de reciente aparición en las personas que el loco-y-manido mundo occidental ha creado. Porque Mundo... ¡Hay más de uno! Pero cualquiera de ellos SIEMPRE es mejorable. Y a eso voy; todos podemos cambiar si realmente queremos pero hace falta un ingrediente llamado A-C-C-I-Ó-N que va a compañado de otro, no menos importante y amante de la revolución, conocido como REACCIÓN.

Tras este pequeño divagar, buscado y necesario dentro de este tema, prosigamos con los vampir@s energéticos. Están por todas partes y estoy seguro que tenéis amig@s o conocidos que lo son pero... ¿cómo identificarlos? Para mí, la forma más sencilla de hacerlo es cuando siento que me roban la energía. Es tan fácil como compartir un momento con alguien y notar que te desgasta, consume y hasta es capaz de conseguir hacerte despreciar la vida o ese momento que estás viviendo. ¡Ahí lo tienes! Esa persona es un parásito. Y no estoy diciendo que lo haga a propósito, pero ese es su modus vivendi y además a costa tuya. Aunque también las hay porque son súcubos y ahí tenemos que andarnos con cuidado porque antes hablaba de dar y compartir pero robar... eso está mal y es de lección de barrio sésamo. La libertad de una persona acaba donde empieza la del otro y soy de la opinión de si vienes a "joderme", te quitaré de en medio (metafóricamente hablando). Mi consejo, y lo que he hecho durante todos estos años -con mayor y menor acierto en algunos casos, todo hay que decirlo- es apartar de mi vida a esa persona, matándola en mi subconsciente y haciendo que desaparezca para siempre. Porque no merece la pena, porque te está matando y sacando la sangre y la vida cuál sanguijuela y eso es inadmisible; va contra los principios estándar de supervivencia. Hace poco me recordaron un dicho que tenía olvidado: "No hay mayor desprecio que no hacer aprecio". No podría estar más de acuerdo. No se trata de ser egoista, narcisista, megalómano o edonista, sino de ser fiel a unos principios básicos de amor propio y coherencia. 


Locust (Langosta) - Machine Head
Esta canción habla precisamente de la gente que se sirve de otra para conseguir su propósito, devorando todo lo bueno que encuentra a su paso hasta no dejar nada.

Hace mucho que se abolió la servidumbre y la estupidez, aunque a día de hoy pretendan hacérnosla tragar televisivamente, por lo que deberíamos realizar un ejercicio de análisis y observación para así poder evitar que otros acaben con nuestra paz y equilibrio. Hay que librarse de lo que nos impide avanzar porque al final... solos estamos, nosotros sólo.

¿Continuará...?

J@mm

1 comentario:

  1. Maria Garcia Donaire13 de junio de 2012, 17:50

    Por desgracia, hay mucha gente que te roba la energía de una u otra manera y es dificil "eliminarlos" porque al final es con tus propios miedos con los que tienes que lidiar para hacerlos "desaparecer", es decir la gente te consume la energía por alguna razón, por que se sienten superiores, porque critican lo que haces y un largo etc, que al final el resultado es que tu te crees inferior o criticado, por lo tanto el que acaba teniendo el problema eres tu mismo, aunque el egolatra sea el otro jajajaja es una putada pero al menos a mi me pasa esto, hay un dicho que me repito a menudo, aunque no me sirve de mucho, no hace daño quien quiere, sino quien puede!, de todas formas podíamos congregar a los parasitos chupa energía, que yo por lo menos tengo para montar una central nueclear jajajajajaja

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